Si varías tus rutinas de carrera, serán más amenas y obtendrás mejores resultados
Carrera continua
La carrera continua es la modalidad más seguida por los corredores en todo el mundo, y se trata de una carrera en la que se busca un objetivo de distancia o tiempo a un ritmo estable y sostenido. Un terreno plano y sin elevaciones es el más adecuado para realizar una carrera continua en la que nuestro ritmo de carrera y pulso cardiaco no sufran alteraciones.
Carrera progresiva
En el entrenamiento progresivo se busca ir aumentando de manera paulatina tanto el desempeño del sistema cardiovascular como del sistema muscular. Podemos diseñar una carrera progresiva por tiempo o distancia, no siendo recomendable superar los 90 minutos o 18 kilómetros. El incremento debe ser de manera gradual, aumentando un poco la velocidad cada 10 minutos o 2 kilómetros.
Series de velocidad
En el entrenamiento de series se corre durante una distancia a un ritmo igual o mayor al de competición, con un descanso posterior, repitiéndose esa rutina un determinado número de veces. El descanso en las series es en reposo. Las variables que podemos combinar en las series son la distancia, el número de repeticiones, la intensidad y el tiempo de recuperación entre series.
Intervalos
Los intervalos son parecidos a las series, pero de más alta intensidad, y además el descanso en este caso sería activo, por lo que el corredor se mantendría trotando a menor velocidad. En otras ocasiones, se puede sustituir ese trote por ejercicios de fuerza y técnica de carrera. Lo que se busca es que el ritmo cardíaco no descienda en exceso y que la musculatura se mantenga exigida.
Fartlek
Esta modalidad de origen sueco hace referencia a una carrera en la que hay variaciones en la velocidad alternando repetidamente dos diferentes ritmos, uno rápido y otro sostenido, por ejemplo, 1 minuto a ritmo alto y 1 minuto a ritmo normal, repetido sin pausas durante un periodo de 20 a 30 minutos de duración.